Animalitos. Ana Latorre.

Un día en casa de Paquita había una perrita llamada Laika y un gato llamado Balú, no se llevaban muy bien, pero un día se pusieron a hablar, Balú le pregunto a Laika:
-¿Cuántos años tienes?
La perrita le respondió:
-Tengo ocho meses, ¿Y tú?
Balú contesto:
-Yo tengo dos años, que suerte tu eres muy joven.
Laika contesto:
-Sí, ¿y dónde vives Balú?
Balú dijo:
-Soy un gato callejero, no tengo casa ¿y tú?
Laika le contesto:
- Yo vivo en una casa muy grande y muy bonita.
Balú le dijo:
-Que suerte tienes yo llevo dos años viviendo en la calle, porque mi mama me abandono.
Laika le contesto:
- ¡Ala! Qué pena yo te ayudare.
Balú le dijo:
- De acuerdo vayamos a buscar algo de comer, así nos vamos conociendo
Laika le contesto:
- Me parece una buena idea
Mientras buscaban la comida les dio tiempo a hablar de muchas cosas y se hicieron muy amigos, tanto, que a la que dejaron de hablar estaban en un bosque y no sabían volver a casa.
Laika dijo:
-Me tengo que ir a casa, me estarán buscando.
Balú le contesto:
-No sabemos dónde estamos.
Laika dijo:
-¿Cómo que no sabemos dónde estamos?.¡Por fin una aventura juntos!
Balú contesto:
-Tienes razón Laika, no nos tenemos que asustar por que juntos llegaremos a casa.
Laika dijo:
-En primer lugar debemos buscar un refugio para pasar la noche.
Balú dijo:
-Sí, y algo de comida para coger fuerzas.
Laika dijo:
-¡Oh si! ¡Buena idea! Busquemos primero un refugio.
Balú dijo:
-¡Adelante!
Tras 2 horas de búsqueda entre risas y anécdotas consiguieron encontrar una cueva donde pasar la noche. Tras encontrarla Laika y Balú fueron a buscar comida por los alrededores.
Laika dijo:
-¡Balú mira! ¡Un pájaro! ¡Corre a por él!
Dijo Balú:
-¡No laika hay 2 pájaros!
Laika dijo:
-Mira Balú, una luz, será una casa donde podremos encontrar algo de comer sin necesidad de cazar, no debe de estar muy lejos.
Balú muy sonriente le contesto:
-¡Vamos rápido!, tengo un hambre atroz.
Cuando llegaron a la casa habían unos niños jugando en el jardín, y al verlos se pusieron a jugar con ellos. Al oir las risas y los juegos la mamá salió al jardín para ver lo que ocurria, cual fue su sorpresa cuando vio a los animalitos jugar con sus hijos plácidamente. La mamá dijo:
-¿Quién son estos animalitos?.
Los niños contestaron:
-Son dos nuevos amigos, que se han perdido en el bosque, ¿Pueden quedarse en nuestra casa a vivir?
La mamá pensándolo un poquito respondió:
-De acuerdo, pueden quedarse pero vosotros tendréis que cuidarlos, lavarlos y darles de comer.
Los niños se pusieron muy contentos y gritarón:
-¡Bravo, bravo, bravo!,
Fueron rápidamente a la cocina y les dieron un poco de leche y pan.