domingo, 15 de mayo de 2011

Los patos del lago. Irene Pi.



Se abre el telón. Aparece una charca iluminada por los rayos del sol y patos que habitan en ella. Alrededor de ella hay gran abundancia de vegetación.
Desde que se ha abierto el telón se escucha el canto de los pájaros, el susurro de la vegetación por la acción del viento y el chapoteo de los patos.
Escena I:
-Dori: (ayudando a sus crías a conseguir sus alimentos y dirigiéndose a otra pata) Desde que la charca ha sido construida el encargado de limpiarla ha sido Esteban y él nos respetaba. Pero ahora Horacio es el responsable y más que en nosotros piensa en construir ornamentos para satisfacer los caprichos del alcalde.
-Loli: Sí, y las fuentes con surtidor parece que son su debilidad.
-Dori: Desde luego, a partir del momento en que se han convocado las elecciones parece empeñado en colocar un chorrito en cada esquina.

(El escenario oscurece y sale la Luna, después se vuelve a iluminar y aparecen los rayos de sol. El proceso se repite varias veces, indicando que pasan los días)
(Los rayos de sol empiezan a salir. Llega Horacio empujando una carretilla cargada de extraños objetos).
-Telo: (enfadado) No sé que pretende éste ahora, pero si continua con sus extravagancias habrá que tomar cartas en el asunto.
-Molo: Sí. ¡Esto no puede continuar así! Si le consentimos una más acabaremos lamentándolo todos.
(Se ve como Horacio monta el artilugio mientras se le escucha canturrear una melodía sin sentido. Al terminar su trabajo queda, en el centro de la charca, una fuente compuesta por múltiples tubos)
-Dori: (asustada) Estad atentos a lo que os digo. No nos podemos fiar. Si permitimos que esto siga no tardaremos en pagar los consecuencias. ¡Tenemos que organizar una revuelta!
-Lolo: No será para tanto, parece que estéis en contra de la modernidad.
-Mirlo: Además, si los vecinos del pueblo vienen a conocer la novedad nos echarán más pan.
(De repente, empieza a sonar la música típica de los bandos municipales y una voz anuncia la inauguración de la nueva fuente esa misma tarde. Dori, agitada, anima a los patos para que salgan de la charca.)

Escena II:
(Algunos patos, con expresión irritada, contemplan la charca desde la orilla. Cerca de ellos unos jóvenes distribuyen panfletos contra el nuevo capricho entre el público que se va acercando al lugar.)
-Alcalde: (Gritando) Por los jóvenes, por los mayores, por los hombres y por las mujeres he mandado construir esta fuente que hoy vamos a inaugurar.
(Los patos de la orilla comienzan a graznar y los jóvenes que repartían los panfletos a silbar.)
-Alcalde: (Entre los aplausos de los adultos) A pesar de quienes se oponen al progreso es mi deseo y voy a lograr transformar esta charca y este pueblo. Así que, Horacio, ¡Dale al interruptor!
-Horacio: ¡Ya!, ¡Allá va!
(De repente un fuerte olor a chamusquina lo invade todo mientras a los patos que permanecían en la charca, esperando las migas de pan, se les ponen las plumas de punta.)
-Patos de la orilla: (asustados y enloquecidos) ¡Apagad la fuente, apagad la fuente! ¡Vais a matarlos a todos!
(El publico huye despavorido. Solo una joven llamada Rosa es capaz de reaccionar)
-Rosa: (Mientras desconecta la fuente) El progreso es importante pero no hay que confundirlo con esto. La fuente puede ser muy bonita pero lo importante de esta charca es la vida que alberga, incluidos los patos que viven aquí. Ellos, al igual que las personas, necesitan que se les respete y se les escuche, tener un espacio saludable en el que vivir, tranquilidad, un entorno familiar acogedor... En eso consiste el progreso, no en acumular interruptores.
(Se cierra el telón mientras se escucha de fondo la sinfonía de “Las cuatro estaciones” de Vivaldi).

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